lunes, 17 de septiembre de 2012

SUEÑO QUE SUEÑO




                                Sueño que sueño


Sueño que mi sueño se convierte en realidad. Sueño que la tolerancia imperará. Sueño que el egoísmo desaparecerá. Tengo la plena convicción que una sociedad que aspira a un mundo perfecto, una sociedad que trabaja al unísono, es una sociedad que consigue fácilmente lo que se proponga. El problema, el lastre, es el egoísmo y la individualidad.
     Tenemos que entender que el planeta es de “TODOS”,  absolutamente de todos. Todos tenemos que trabajar, todos tenemos la misma responsabilidad, todos tenemos los mismos derechos, todos debemos pagar con las mismas penas nuestras faltas y todos tenemos las misma obligaciones. Sueño en la libertad personal, para poder conseguir la libertad social.

¿Dónde empieza la libertad? En el dominio del “ego” del propio individuo.
¿Dónde termina la libertad? Justo cuando tocamos la libertad del otro individuo.

Sueño que mi sueño es posible. Moriré feliz en el convencimiento de que el ser humano se vencerá a si mismo. El ser humano se librará de sus propias ataduras, de sus miedos, de sus vicios, de sus egoísmos. Sueño que el planeta es rico en recursos. Sueño que la inteligencia humana será utilizada para el progreso y el bienestar de “TODOS” los ciudadanos. Sueño que no importa el color, la raza, la creencia religiosa ni la inclinación sexual. Todo esto será  aceptado y  no observaremos diferencias entre unos y otros individuos. Sueño en  la libertad de expresión, dentro del respeto al prójimo. Sueño que nadie impondrá su pensamiento a otro ciudadano. Sueño que el ejército militar no tendrá razón de ser. Sueño que las armas actuales se observarán en los museos como herramientas arcaicas.
     Sueño que mi sueño se convierte en realidad. Sueño que la palabra hambre quedará en desuso. Y que tendrá frío, solo quien lo quiera padecer. Sueño que descansar adecuadamente será un derecho legítimo de todo ser vivo. Sueño que los recursos naturales serán explotados para beneficio de la sociedad de una forma responsable.

Sigo soñando que mi sueño se convierte en realidad: Los individuos no trabajaremos para nosotros mismo, ni tan siquiera para nuestras familias; trabajaremos para la comunidad mundial, donde se repartirán los recursos, donde se producirá todo aquello imprescindible para tener una vida digna. Sueño en un mundo único, libre, sin fronteras ni banderas. Un mundo, una nación, y un gobierno reducido al mínimo, que gestione consultas ciudadanas para cualquier tipo de decisión. Sueño que la cultura y la tecnología llega a todos los rincones del planeta y que se respetarán y potenciarán las tradiciones y las lenguas de las diferentes etnias, culturas o grupos con sus respectivas peculiaridades y procesos históricos.

Sé que es un sueño, pero creo en el ser humano y en su potencial. Sé que cuando despierte de mi sueño viviremos todos en un mundo mucho mejor.