lunes, 23 de enero de 2023

Daga de amor






                           Daga de amor

 

 

La mano callosa de él se posaba en la suave piel de ella. Luego, con su musculoso brazo, rodeó su cintura acercando a la mujer contra su pecho. A ella le salía el amor del alma como si fuera una enorme daga que atravesaba el cuerpo de ambos. 

     El hombre estrechaba a la mujer más y más hasta sacarle el último suspiro de sus pulmones. 

 

 

No hablaban, no era necesaria la palabra. Con el aliento y el latido de los corazones se lo decían todo. Así dormían, fundidos los dos cuerpos en uno solo, llenos de amor de uno mismo y del otro. Estaban juntos, nada malo podía suceder.

 

 

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