martes, 26 de septiembre de 2017

11.LA MADRE DE TODOS LOS VIAJES



*Día 11

Hemos dejado nuestro bonito apartamento a las 10 de la mañana. El principal problema a esa hora ha sido encontrar una consigna para dejar los equipaje. Pero después de caminar por varias calles conseguimos deshacernos de las maletas en la estación central de trenes, a pesar de que no habíamos de viajar en él. Libres ya, hemos pasado a ver las peculiares calles estrechas pintadas enteramente de grafitis, hemos visitado dos parques de la ciudad, hemos tomado varios cafés y finalmente hemos ido a parar a un restaurante italiano.  La ruta ha continuado después por el templo de los recuerdos (conmemoración a los australianos caídos en la Primera Guerra Mundial), por el parque Queen Victoria Garden y por el río Yarra. 
   Poco más que contar de esta asombrosa ciudad que, a diferencias de otras, tiene un centro nuevo lleno de edificios altos, y una periferia antigua con viviendas unifamiliares.

Hemos llegado al aeropuerto en transporte público. Y en la terminal de vuelos domésticos hemos tomado avión hasta Sídney, por cierto, se me ha hecho muy corto esta vez. 
   Mañana más...






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