miércoles, 13 de septiembre de 2017

4.LA MADRE DE TODOS LOS VIAJES



*Día 4

Día súper especial para nosotras. Hace 36 años, a las 12:15 de la mañana, nacía mi amada y preciosa hija Irene. 
   Hoy hemos vuelto a coger mil metros. El andar por sus grandes salas distribuidoras y largos pasillos me hace recordar al aeropuerto ¡Lo grandes que llegan a ser estas estaciones subterráneas!
   Esta mañana hemos visitado el templo de Sensō-ji. Hemos visto diversos rituales religiosos y hemos participado en uno de ellos: se tira una moneda a un gran depósito, se pide un deseo y se da una palmada. Luego hemos visitado las calles adyacentes al templo, llenas de puestos de gran variedad, donde es imposible no comprar. Hay tantas curiosidades, que te lo llevarías todo.  
   Más tarde hemos comido en Kichijoji con nuestra amiga Kat. Allí hemos celebrado el cumpleaños de Irene con un trozo de pastel y las velas. Kat nos ha traído regalos para las dos, es un encanto. Luego hemos paseado por el parque Inokashira. Allí he constatado que Japón sí tiene perros. En estos días, las calles sin rastro de desechos caninos me hacía pensar que Japón no tenía perros. Pero sí tiene, y por supuesto sus propietarios se encargan, sin vacilación, de limpiar cualquier rastro de sus mascotas.
   Lo mejor del día ha sido al anochecer. Irene me había dicho que tenía reservado restaurante para cenar, pero hasta que no hemos llegado no sabía dónde podría ser: ¡Un barco! Un barco, estilo japonés, que ha recorrido un trozo el río Arakawa bajo varios puentes preciosamente iluminados. La tripulación del barco le ha dado una nueva sorpresa a Irene (y a mí): un pastel con bengala, y un regalo (un marco para fotos). 

Hoy he observado varios detalles más de este milenario país:
. Los asideros que cuelgan del techo del metro los hay altos y bajos, ideal para bajitos como yo. 
. Está prohibido fumar en la calle. Tan solo se puede hacer en lugares determinados, donde se hacinan los fumadores alrededor de los ceniceros. 
. Está prohibido hablar por teléfono en los metros y trenes.  
.  La típica imagen de gente en el metro, y cada uno con un móvil en la mano es real y verídica. 
. Tuvimos ocasión de pasar por la zona de oficinas en la hora en que se acababa la jornada. Es impresionante la cantidad de personas, todas al mismo ritmo rápido, que pasaban frente a nosotras. Los veía con sus vestimentas parecidas, con sus carteras marrones o negras, unos de la mano y otros colgada, como autómatas o extraídos de una película de futurista. La mayoría eran hombres, pero también había mujeres, vestidas en tonos similares a sus compañeros. 
.  Desconozco si en este país hay normativa o moda para vestir, pero lo que he visto hasta hoy es que los hombres suelen llevar camisa blanca, si es otro color siempre es claro. El pantalón oscuro. Pero lo más llamativo es la ropa femenina: si llevan falda o vestido, es desde debajo de la rodilla hasta el tobillo (depende del gusto de cada mujer), o pantalón. Pero siempre son colores grises, negros, ocres, marrones, blancos... Dan imagen de uniformidad en el andar y en el vestir. Si en algún moment he visto un color llamativo, me he dado cuenta que es de una persona extranjera. 
. En cuanto a la religión podría hacer un post exclusivo, pero resumiré diciendo que aquí hay tres religiones, y que las tres de respetan, incluso se complementan, llegando a veces a mezclan rituales. Las principales religiones son: budista, sintoísta y católica. 
. Llamativo también son los expositores de comida. En restaurantes y en ventas donde se exhibe la comida, en los expositores hay réplicas exactas de los productos alimenticios para que se sepa cómo es el producto (pastel, sándwich, plato...)
. Borrachos alegres. Así de simple quiero definir lo que suele suceder en este país, donde hasta los borrachos son de paz. Algunos trabajadores, con sus vestimentas impecables y sus carteras de rigor, cuando acaban la jornada, van a beber hasta emborracharse, pero en lugar de darles por la agresividad que he visto en Occidente, estos borrachos les da por reír y abrazarse unos a otros.  










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