martes, 26 de septiembre de 2017

12.LA MADRE DE TODOS LOS VIAJES



*Día 12

Nuevo día intenso, de ver, aprender y disfrutar. Para empezar he descubierto un pastel típico de Australia; se llama Banana Bread. Está realmente bueno. 
   Hemos bajado hasta la zona del  Bennelong Point en un metro de dos pisos, y allí hemos visitado el Royal Botánico Garden. Una gua-gua nos ha llevado cómodamente por todo el recorrido. Al lado del jardín botánico está el emblemático edificio Opera Garden Sídney. He tenido una suerte impresionante, pues tan solo hay dos días a la semana donde el guía habla español, y tan solo se hace una vez al día. Allí hemos estado: ¡martes a la tres de la tarde!
   El guía, con su acento sudamericano con deje australiano ha sabido sumergirnos en los interiores, acaparando la atención de todos los hispanos hablantes que estábamos allí. Nos ha explicado que se comenzó a construir en 1959, pero que se inauguró en 1973.  La construcción duró 14 años porque la obra estuvo paralizada por cuestiones político-económicas durante unos años. El proyecto inicial fue del arquitecto Jorn Utzon, de Dinamarca. Tuvo que marchar del país en 1966 sin ver su obra acabada, cosa que hizo un nuevo equipo de arquitectos. Pero a partir de 1999, cuando ya tenía ochenta años de edad fue reconocido nuevamente y contratado para la remodelación definitiva que tiene ahora el edificio. Utzon no pudo volver a Australia debido a su edad, pero pudo acabar la obra arquitectónica más emblemática del siglo XX y Patrimonio de la Humanidad desde 2007. 
   A mí me hacía ilusión dar un paseo por el puerto en barco. Hemos descubierto que aquí los ferris hacen función de autobús, así que hemos tomado uno hasta la zona de Darling Harbour, donde nos hemos divertido en su peculiar parque. 
   Desde ahí hemos regresado a casa andando, pero haciendo antes una parada en un restaurate español para cenar. 











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